La yeguada nace en el año 1997, ubicada en la Dehesa del Bronco (Cáceres) con el fin de criar los potros en un ambiente de extensividad, en continuo contacto con la naturaleza.Unicamente al destetarse los potros, sufren un período de permanencia en los “boxes” o cuadras durante seis meses, a fin de completar su crecimiento e iniciar su pre-doma. El resto de su existencia, en compañía de las yeguas – madres, lo disfrutan llevando el mismo régimen de vida que las vacas de Raza Morucha que aprovecha la finca.

El caballo Hispano – Arabe es el que mejor se presta para las faenas camperas de atender y dirigir el ganado bravo o Morucho. Conjuga la nobleza y docilidad, la prestancia y arrogancia del Caballo Español con la belleza, expresividad, resistencia y fortaleza del Caballo Arabe.

Como reconoce D. Alvaro Domecq y Diez, en su libro “Caballos en España”: “El Caballo Español cruzó a la perfección con el Arabe, y se consiguió una obra maestra: El Hispano – Arabe”.

Su alzada, belleza, nobleza y resistencia permite disfrutarlo en labores camperas, en la práctica del acoso y derribo y en los encierros de ganado bravo; actividades deportivas como Raids, pruebas de salto o doma clásica, siendo también un caballo ideal para la práctica del rejoneo, como reconoce Pablo Hermoso de Mendoza: “Para sacar un gran caballo torero tiene que ser cruzado. A un caballo Lusitano o Español, por bueno que sea, siempre le falta un poco de elasticidad, e incluso de agilidad. Hay que meter unas gotas de sangre árabe, que da además muchísima expresividad” (Entrevista en “Campo Bravo” Nº 24)

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